5 libros para viajar leyendo

Viajar y leer son dos de las actividades que más disfruto. Y aunque a primera vista puedan parecer antagónicas (una exige movimiento y la otra quietud), la realidad es que se complementan muy bien. Es posible leer viajando, y también lo es viajar leyendo.

Muchos de los destinos que llegamos a visitar, los conocimos primero a través de diversas lecturas, que nos llevaron con la imaginación a esos lugares remotos. Con pretensiones más humildes, me gusta pensar que Flojos de Mochila provoca también ese efecto.

Por eso, en esta ocasión quiero hablar de libros que nos hacen viajar. Aquellos que, a través de sus páginas, nos acercan a sitios lejanos y culturas extrañas. No es más que una pequeña selección personal sin ánimos de ranking, así que desde ya los invito a ampliarla en los comentarios.

La isla secreta: Un recorrido por Islandia (Xavier Moret)

Un autor español, bloqueado por la falta de ideas, acepta la invitación de un amigo para pasar el verano en Islandia, buscando que la lejanía despierte su creatividad. No sabemos si finalmente lo logró, pero en el camino dejó estas crónicas con lo mejor de su exploración en la Tierra de Hielo.

Sagas mitológicas, héroes vikingos, seres ocultos, paisajes de otro mundo y las curiosas costumbres nórdicas; todo queda registrado en un libro ameno, que sirve de puerta de entrada a una sociedad fascinante.

Muerte de una heroína roja (Qiu Xialong)

La ficción también permite viajar. Y el género policial mucho más, ya que, como debe recrear una atmósfera realista, sus descripciones de los lugares y los hechos suelen estar muy bien documentadas.

En este caso viajamos a la Shanghái de 1990, inmersa en las profundos reformas políticas y sociales que se sucedieron tras la muerte de Mao. En ese contexto, el Inspector Chen se enfrenta a la difícil misión de investigar el asesinato de una joven miembro del Partido Comunista, intentando no incomodar a sus superiores en el camino.

En las antípodas (Bill Bryson)

Los cronistas de viajes, tarde o temprano, suelen volverse algo pedantes, y a Bill Bryson le pasa bastante seguido. Aun así, sus apuntes sobre los distintos lugares de Australia, a los que aporta interesantes datos e historias desconocidas, entregan un panorama muy completo de la vida al otro lado del mundo.

El contenido del libro es muy variado. Se habla desde los animales más mortíferos que pueblan el territorio, hasta la fuerte afición que tienen los habitantes de Melbourne con el juego. El recorrido es exhaustivo y deja pocos rincones de la tierra de los canguros sin explorar.

Muerte en Estambul (Petros Márkaris)

Otra ficción que funciona como excusa para llevarnos de viaje. En este caso, creo que Márkaris escribe policiales para encubrir su punzante análisis de la realidad europea en general, y griega en particular. En la mayoría de sus libros, ocupan más páginas los pormenores económicos de los ciudadanos y la percepción que tienen de sus gobernantes que el caso en sí.

Sea como fuere, Muerte en Estambul nos lleva a la capital de Turquía, con su caos de tránsito, sus bulliciosos bazares y sus espectaculares mezquitas. Y en el medio, unos misteriosos asesinatos que sacan a la luz las históricas rispideces entre los griegos y los turcos.

Historias de Roma (Enric González)

El corresponsal del diario El País en Roma plasmó en este libro corto sus vivencias en la principal ciudad de Italia. Al tratarse de un país “que conocemos todos”, muchos de sus tópicos nos resultan familiares: el fútbol, Berlusconi, las piazzas, el café y las iglesias.

Pero hay más, con un estilo descontracturado y divertido, González nos cuenta también cuál es la sastrería donde se viste el Papa, dónde apuñaló Bruto a Julio César y cómo filmaba sus películas Alberto Sordi.

Bonus track: Días de ruta (Facundo Re)

Incluyo uno extra, que le pasa el trapo a los otros de la lista narra los mejores momentos del viaje que dio vida a este blog. Son once crónicas con lo más interesante, divertido y desafiante que nos sucedió en países como Japón, Indonesia, Rusia, Egipto y otros.

Se incluyen pinceladas culturales, históricas, sociales y políticas, buscando que, como los otros libros de la lista, el lector pueda viajar hacia los destinos que se describen.

Si quieren saber cómo conseguir Días de ruta, hagan clic aquí.

Y ustedes, ¿qué otros libros agregarían a esta lista?