A veces queremos ir a un lugar porque está en nuestro inconsciente desde tiempos inmemoriales. En esos casos la lista es más o menos siempre la misma: París, Nueva York, Londres, Roma… Otras veces elegimos el destino porque nos lo recomendaron. Así llegamos nosotros a Croacia, por ejemplo. Pero también nos pasa cada vez más seguido que queremos viajar a un país por lo que leímos o vimos de él. Y ese fue el caso con Islandia.
Mentiría si dijera que ir a la Tierra de Hielo fue cumplir el sueño de toda una vida, porque no es así. Hasta antes de 2014 ni siquiera éramos capaces de ubicarlo en un mapa. Pero, de a poco, algunos libros y películas nos fueron mostrando cosas interesantes del pequeño país del norte, dejándonos con muchas ganas de ir a conocerlo.
Y por si ustedes también tienen ganas de visitarlo, o más no sea para saber de dónde vienen esos jugadores tan facheros que nos complicaron la vida en el Mundial, a continuación les contamos cuáles son los tres libros y películas que más nos gustaron de Islandia.
El enigma Flatey
Una novela policial del islandés Arnar Ingolfsson, situada en una pequeña y remota isla de Islandia (la caja dentro de la caja…) en los años sesenta. Todo comienza con la aparición de un cadáver con marcas de asesinato, que altera la vida de la comunidad con una certeza incómoda: hay un asesino entre ellos. Para colmo de males, al poco tiempo aparece una nueva víctima, esta vez con un águila grabada en sangre sobre su espalda. Las muertes parecen relacionarse con un enigmático manuscrito medieval, cuyo código nadie ha sido capaz de descifrar.
Es un libro atrapante, con descripciones precisas de la Islandia rural de mediados del siglo pasado, e información sobre las legendarias sagas, que obsesionaron, entre otros, a Jorge Luis Borges. Ideal para leer en una fría noche de invierno, oteando cada tanto el cielo estrellado e imaginando una brillante aurora boreal.
La saga de Eirík el rojo
Y ya que hablamos de las sagas, hay que decir que no hay muchas traducidas al español, pero de las que andan dando vueltas por ahí la mejor es la de Eirík el rojo, un personaje clave de la historia de Islandia. Fue el primero en llegar a Groenlandia, y pasó tres años explorando el territorio cubierto de hielo y nieve. También fue quien tuvo la genial idea de bautizarla como Grønland (“Tierra Verde”, en danés), para alentar a la gente a poblar la nueva isla, aunque de verde no tenía nada. La saga de Eirík el rojo también narra la historia de su hijo Leifur Eiríksson, quien alrededor del año 1000 llegó a América, casi medio siglo antes que Colón.
A todo esto, ¿qué son las sagas? Son escritos de alrededor del siglo XIII, en su mayoría anónimos, que cuentan la historia de un gran jefe, de una familia o de un pueblo de la isla. Hay sagas que representan hechos reales y otras que son pura ficción, pero todas coinciden en su estilo narrativo directo, con pocas o nulas descripciones, sin metáforas ni adornos literarios y un fuerte hincapié en la enumeración de lugares y el linaje de los personajes. Por su estructura narrativa clara, siguiendo la línea de la acción, se considera a las sagas islandesas el origen de la literatura moderna.
Cold Fever
Esta es una película media rara: a veces cómica, a veces emotiva, a veces inentendible. Ni siquiera estoy seguro de que sea buena, pero ver los espectaculares paisajes de Islandia siempre vale la pena.
Cuenta la historia de un japonés, cuyo padre muere en Islandia y tiene que viajar a cumplir su última voluntad: esparcir sus cenizas en un río perdido en el medio de la isla. Contra su voluntad, el japonés va a encargarse del asunto, a un país donde no entiende el idioma ni sus costumbres, y con un clima invernal que no puede aguantar.
Insisto, más allá de la historia, los paisajes son imperdibles. La verdadera protagonista de esta película es Islandia.