Emir Kusturica es un cineasta serbio conocido por su excentricidad y sus opiniones fuera de la norma. Aunque nació en Sarajevo y sus padres eran musulmanes, siempre se consideró serbio. Supo simpatizar con el ex presidente nacionalista Slobodan Milošević (condenado por crímenes de guerra por el Tribunal de La Haya) y relativizar los abusos del ejército serbio durante la guerra de Bosnia. Algunas de sus películas, aunque consideradas pro-Serbia (entiéndase esto como algo “malo”), fueron bastante premiadas en los círculos cinematográficos europeos.
Personalmente, no soy muy simpatizante del cine de Kusturica. Sus películas me parecen absurdas, exageradas, mal actuadas y repletas de clichés. La única excepción es el documental Maradona by Kusturica, donde logra, para mí, captar la esencia de la personalidad del Diego como ningún otro cineasta ha podido hacerlo.
Más allá de gustos, Kusturica ha hecho mucho por la cultura balcánica. Además de películas, también ha formado algunas bandas de música, y hasta construyó pequeños pueblos desde cero para homenajear a artistas locales y extranjeros. En Višegrad, Bosnia, por ejemplo, creó Andrićgrad, dedicada a la memoria del escritor Ivo Andrić. Y no lejos de allí, en Mokra Gora, Serbia, levantó Drvengrad, una pequeña villa en las montañas donde hace un culto de todos sus gustos personales.
El propio Kusturica lo explica en su página web: “Perdí mi ciudad (Sarajevo) durante la guerra. Por eso quise construir mi propio pueblo. Organizaré seminarios allí, para gente que quiera aprender a hacer cine, conciertos, cerámica, pintura. Es el lugar donde viviré y donde algunas personas podrán venir de vez en cuando. Sueño con un lugar con diversidad cultural que se oponga a la globalización”.
Drvengrad es un lugar muy curioso. Parece un pueblo sacado de la campiña suiza, con casas de madera y calles de piedra, esparcidas sobre una colina en medio de un impresionante paisaje montañoso. Las calles y construcciones representan todos los gustos y pensamientos del cineasta. Hay una sala de cine que se llama Stanley Kubrick, una iglesia ortodoxa, autos antiguos, una tienda de souvenirs donde se venden todas sus películas y calles con nombres como Federico Fellini, Novak Djokovic, Nikola Tesla, Ernesto Che Guevara e Ivo Andrić. Lo mejor, sin dudas, es la трг Дијего Армандо Марадона, o Plaza Diego Armando Maradona.
Visitar la villa cuesta unos pocos dinares serbios, e incluye la posibilidad de ver al propio Kusturica, que realmente parece vivir ahí algunos meses al año. A nosotros nos pareció verlo paseando un perro, pero no estábamos seguros de que fuera él, así que lo dejamos pasar. La próxima vez será.
Emir, Polémico, tal vez un poco menos que Maradona.
Este post más tiene un aire xenófobo.
Hola
Lamento que te haya dado esa sensación, realmente no fue mi intención. La breve descripción sobre Kusturica apunta a las cosas por las que se la considera “polémico” en el mundo occidental, sin hacer de eso una valoración personal. Sobre sus películas, sí, no me gustan, pero como pasa con todo el arte, no hay verdades absolutas.
Por otro lado, cuando menciono sus películas pro-Serbia y hago la aclaración de que se considera algo “malo”, lo pongo entre comillas, justamente para dar a entender que ese no es mi punto de vista.
Saludos
Facundo, no es bueno opinar sobre algo que no conoces a profundidad; la razón por la que captó la esencia de Maradona como ningún otro es precisamente porque se sale de la norma. Sus padre fueron musulmanes, pero sus bisabuelos eran serbios y para entender eso, se necesita conocer mucho más la historia balcánica. El Tribunal de la Haya es un tribunal político, Yo como serbio no opino sobre el conflicto de las islas Malvinas, pero sé que argentina fué la madre de los más grandes nacionalistas después de la segunda guerra mundial. El Mossad nunca vino a Serbia a buscar los responsables de los más grandes genocidas de la historia del mundo. Entonces cada persona necesita barrer su entrada. Y el gusto artístico no se discute.
Hola
Ante todo, gracias por tomarte el tiempo de leer. Mi opinión de Kusturica es personal, y como tal susceptible de fallas. Me parece muy acertado tu comentario de que por salirse de la norma fue que logró captar la esencia de Maradona. Después, en cuanto a mis puntos de vista sobre la historia de la región, creo que si lees mis otros posteos (en especial el que escribí sobre Serbia) vas notar que estoy mucho más cerca de tus puntos de vista de lo que piensas. Y que además, soy una persona que, justamente por el respeto de no ser de la región, trata de no sacar conclusiones apresuradas.
Saludos