Aunque a muchos les sueñe extraño, es de lo más común encontrarse argentinos en Nueva Zelanda. En su mayor parte esto es así porque, de todos los destinos que ofrece el programa working holiday para nuestro país (Australia, Dinamarca, Francia, Irlanda y NZ), la tierra de los All Blacks es la que menos requisitos de nivel de inglés y dinero solicita.
Cada año, mil argentinos como nosotros obtienen la visa, y a eso hay que sumarles los que vinieron y se quedaron, los que están como turistas y otros varios, que vinieron con visas de estudio o de trabajo especializado. Una pequeña comunidad que, como tal, ha logrado algún grado de influencia en la cultura neozelandesa. Aquí van algunos ejemplos:
Messi
Todos lo conocen y te preguntan por él cuando les decís que sos argentino. Aunque también hay otro. En un shopping, un tipo que hacía una promoción de cremas nos preguntó por nuestro futbolista favorito: yo lo mencioné a Leo y Ro, por su parte, le respondió “Maradona”, ante lo cual el flaco se emocionó, le dio la mano y dijo: “Sí! La vieja escuela”. Como dato de color, la biografía de Messi se consigue en inglés en las librerías.
Cine
Un día, haciendo zapping en Hastings, grande fue nuestra sorpresa al encontrar en un canal de cine El Secreto de sus Ojos, la película protagonizada por Ricardo Darin y ganadora de un Oscar. El canal era Maorí TV y la película estaba subtitulada al inglés.
El Secreto de sus Ojos con subtítulos en inglés.
Camisetas
Entre tanto rugby, en algunos locales deportivos pudimos encontrar la camiseta de la selección argentina de fútbol. Las venden sin número ni nombre y cuestan cien dólares.
Yerba
Un producto tan típico argentino parecía que iba a ser imposible de conseguir acá, pero alguien más se percató de la gran cantidad de argentinos y vio el negocio. Como no podía ser de otra manera, fueron los del supermercado asiático “Kosco”, que venden tres marcas diferentes (Taragüi, Rosamonte y Unión), a 16,90 dólares el kilo.
Yerba comprada en el super asiático.
Futbolistas
El fútbol de Nueva Zelanda es semi profesional y no tiene mucho nivel, por lo cual no es muy difícil para alguien que medianamente haya jugado en Argentina entrar en alguno de los equipos, incluso con la working holiday visa. Cuando fuimos a ver al Canterbury United había dos argentinos en el equipo, ambos jugando como titulares.
Comida
En Christchurch, la ciudad en la que estamos actualmente, todos los sábados a la mañana se hace una feria de comida en el barrio de Riccarton, donde la gente instala sus carpas en un parque y vende sus especialidades. Dando una vuelta por ahí nos topamos con Diego’s, un stand atendido por una correntina y su amigo kiwi (neozelandés), donde vendían empanadas y alfajores de chocolate.
Bolsa de Diego’s, stand de comida argentina en el Riccarton Market.