Qué ver en Sarajevo, la capital de Bosnia

Los mejores lugares que ver en Sarajevo, capital de Bosnia

Sarajevo es una ciudad imprescindible en cualquier recorrido por los Balcanes. Una vez escenario de uno de los asedios más largos de la historia, la capital de Bosnia y Herzegovina tiene mucho para ofrecer en el plano histórico, cultural y gastronómico. Como recomendación, tres días son suficientes para conocer los principales atractivos, pero como siempre en estos casos, cuanto más, mejor. Este es nuestro recorrido de lugares que ver en Sarajevo, pero para un relato más personal y basado en la experiencia te recomendamos también leer el artículo que escribimos sobre nuestro viaje a Bosnia y Herzegovina.

Puente Latino de Sarajevo

Los orígenes de este puente de piedra se remontan al siglo 16, pero si por algo es famoso es por haber sido testigo del asesinato del Archiduque Francisco Fernando, hecho que desencadenó la Primera Guerra Mundial. Una placa recuerda el lugar exacto desde donde el serbio Gavrilo Princip realizó los disparos mortales, a pocos metros del puente, inmortalizando para siempre el famoso atentado de Sarajevo.

Qué ver en Sarajevo: Puente Latino

Museo del Túnel de Sarajevo

Durante el dramático asedio de Sarajevo (abril de 1992 a febrero de 1996), el Ejército Bosnio, con la ayuda de voluntarios civiles, construyó un túnel de 800 metros de longitud. El objetivo era conectar Sarajevo, que estaba cercada por las fuerzas serbo-bosnias, con el territorio bosnio en el otro lado del aeropuerto de Sarajevo. Hoy en día solo está abierto el tramo final para los visitantes, pero el Museo del Túnel sigue siendo uno de los lugares más interesantes que ver en Sarajevo.

Barrio Baščaršija

El casco antiguo de Sarajevo mantiene su estructura otomana original del siglo 15 y eso lo convierte en la zona más atractiva de la ciudad. Está formado por calles estrechas y adoquinadas, con muchas tiendas que venden artículos de todo tipo. Es un buen lugar para comer, ya que hay pequeños restaurantes con muy buenos precios y auténticas delicias locales, como burek y ćevapi. Sin dudas la mejor zona para ver en Sarajevo.

Barrio Baščaršija

Fuente Sebilj

Es una fuente pública de madera en forma de kiosco, ubicada en una plaza del barrio Baščaršija. Como suele suceder con este tipo de atracciones, existe el mito de que si bebes agua de la fuente Sebilj volverás a Sarajevo. La fuente es tan famosa que se construyó una réplica en Birmingham, utilizando técnicas tradicionales de diseño y artesanía de Bosnia

Antiguo Ayuntamiento

El Ayuntamiento de Sarajevo, conocido como Vijećnica, fue inaugurado en 1896, cuando el país estaba bajo el control del Imperio austrohúngaro. Su arquitectura combina el estilo morisco español con detalles arabescos inspirados en mezquitas, y fue uno de los edificios más costosos en su momento.

En 1949 Vijećnica fue reconvertido en la Biblioteca Nacional y, tras su destrucción durante el asedio de Sarajevo en los 90, fue restaurada y reinaugurada en 2014.

Biblioteca Nacional de Bosnia

Sarajevo 84, los restos de los Juegos Olímpicos

Sarajevo fue sede de los Juegos Olímpicos de Invierno en 1984, un evento que dejó un gran recuerdo en toda la ex Yugoslavia. Fueron muy bien organizados y tuvieron un impacto muy positivo sobre la ciudad y el país. Se amplió el aeropuerto, se renovaron muchas instalaciones deportivas, se construyeron nuevas redes de transporte, hoteles, restaurantes y viviendas, y se promovió Bosnia como un importante destino turístico dentro de Yugoslavia.

Entre las cosas que hay que ver en Sarajevo quedan algunas instalaciones de los Juegos, entre las que se destaca la antigua pista de bobsleigh. Está abandonada y llena de grafiti, pero que aun así es una popular locación de fotografías para bodas, cumpleaños y demás.

Bastión Amarillo, vista gratuita de Sarajevo

El Bastión Amarillo (en bosnio Žuta Tabija) fue parte de una fortaleza defensiva construida en el siglo 18. Los restos de su torre se mantienen en pie, y es uno de los mejores miradores de Sarajevo para observar la ciudad desde las alturas. Además, es gratis.

Vista de Sarajevo desde el Bastión Amarillo

Mezquita Gazi Husrev Bey

Esta mezquita del siglo 16 es la más grande de Bosnia y Herzegovina y una de las estructuras otomanas más representativas de los Balcanes. El exterior está dominado por una cúpula, coronada por un único y enorme minarete. Está ubicada en el barrio de Baščaršija, el casco antiguo de Sarajevo.

Mezquita del Emperador

Otra mezquita atractiva para visitar es la Careva Džamija, la más antigua de la ciudad. Los primeros asentamientos en Sarajevo se construyeron alrededor de esta mezquita, dedicada al sultán Mehmed II (conquistador de Constantinopla) y considerada una de las mezquitas más bellas del período otomano en los Balcanes.

Antiguo bazar

El Bezistan de Gazi Husrev Bey (“bazar cubierto”) es un mercado cubierto de Sarajevo construido en el siglo 16. Durante el período otomano, las tiendas en el interior comerciaban con textiles y las tiendas al aire libre pertenecían a los trabajadores metalúrgicos. Hoy sigue funcionando como bazar, y vende los artículos habituales que suelen encontrarse en este tipo de lugares, como carteras, souvenirs, ropa y otros. Aunque no vayan a comprar nada, es un buen ejemplo de arquitectura otomana que ver en Sarajevo.

Antiguo Bazar de Sarajevo

Avenida de los francotiradores

Durante la guerra de Bosnia y el asedio de Sarajevo era muy peligroso estar en la calle. Y el peor lugar era el Bulevar Mese Selimovica, una céntrica avenida de la ciudad que era blanco fácil de los francotiradores serbo-bosnios, quienes desde los altos edificios que flanqueaban la calle disparaban a cualquiera que pasara por ahí. Todavía hoy, en la denominada desde entonces Avenida de los francotiradores (Snajperska aleja), se pueden ver muchos impactos de bala en las construcciones cercanas. Un lugar escalofriante que ver en Sarajevo.

Café Tito

Para los interesados en la historia de la ex Yugoslavia, no pueden dejar de visitar el Café Tito de Sarajevo. Dedicado por completo a la memoria del Mariscal Josip Broz Tito, el legendario líder del gran Estado federal balcánico, es un buen lugar para beber algo y ver reliquias de los años en que los países de la región estaban unidos en uno solo.

Café Tito de Sarajevo

Catedral Ortodoxa

La Iglesia Ortodoxa Serbia es la segunda religión con más fieles en Bosnia, que se congregan en la Catedral de la Natividad de la Madre de Dios, la más grande iglesia ortodoxa serbia en Sarajevo​ y una de las más grandes de los Balcanes. Fue construida entre 1863 y 1868.

Calle Ferhadija

La principal calle peatonal de Sarajevo tiene numerosas tiendas, bares, locales gastronómicos y hospedajes, por lo que es una zona muy concurrida. La arquitectura dominante a lo largo de Ferhadija refleja el estilo de la época de dominación austrohúngara, aunque sobre el final de la calle hay una línea en el suelo que indica el “encuentro de culturas”, donde comienzan las construcciones de estética otomana y la calle pasa a llamarse Sarači, ya en el área de Baščaršija.

Inat Kuća

Esta pequeña casa de estilo otomano no es una de las cosas más sorprendentes que ver en Sarajevo, pero esconde una curiosa historia detrás, que habla del orgullo del ser bosnio.

Cuando la monarquía austrohúngara llegó al poder en Bosnia y Herzegovina, construyó numerosos edificios como la Oficina de Correos, el Museo Nacional, la Facultad de Derecho y otros. Pero, cuando comenzaron con la construcción del Ayuntamiento, se encontraron con el desafío y terquedad de un hombre bosnio.

La construcción del nuevo edificio preveía la demolición de las casas circundantes, pero el dueño de esta pequeña vivienda no quería saber nada. Tras largas negociaciones, el obstinado bosnio aceptó la oferte a cambio de que el gobierno trasladara su casa a la otra orilla del río Miljacka, piedra por piedra.

La monarquía no tuvo más remedio que aceptar, y desde entonces la casa pasó a ser conocida como Inat kuća (“la casa de la testarudez”). Hoy en día es un restaurante de comida típica de Bosnia, y como afirma su página oficial, todavía existe como un símbolo para desafiar a los gobiernos.

Casa otomana que ver en Sarajevo

Morića Han

Morića Han es un han (posada de carretera) originalmente construido en el siglo 16 durante la dominación otomana de Bosnia y Herzegovina. Cuando estaba en funcionamiento, podía albergar a unos 300 pasajeros y 70 caballos. Es un buen ejemplo de cómo era un hotel en la época otomana: un edificio cuadrado, con un patio central donde estaban los establos y una primera planta reservada para las habitaciones. 

Más cosas interesantes que ver en Sarajevo

Si todavía te queda tiempo para recorrer la ciudad, hay muchas más cosas que ver en Sarajevo. Caminando por la ciudad, por ejemplo, es posible encontrarse con algunas marcas de pintura roja en el suelo. Se las conoce como “rosas de Sarajevo”, y marcan los sitios donde murieron civiles por los bombardeos durante la guerra de Bosnia. Esta forma de homenaje a las víctimas puede encontrarse en diversos puntos de la ciudad.

A la orilla del río Miljacka, en tanto, está la Academia de Bellas Artes de Sarajevo, un edificio de cúpula verde que llama mucho la atención. Se inauguró en 1899 como iglesia evangélica, pero después de la Primera Guerra Mundial se transformó en la Academia de Bellas Artes.

Justo enfrente de la academia está el puente Festina Lente, que aunque no tiene tanta historia como el Puente Latino es muy original. Se destaca por un curioso bucle central construido en acero, aluminio y cristal.

La Torre del reloj está junto a la mezquita Gazi Husrev Bey, tiene 30 metros de altura y la construyeron los otomanos. El reloj marca la hora lunar e indica la hora de la oración del Magreb (justo después del atardecer), la primera de las cinco oraciones diarias obligatorias realizadas por los musulmanes practicantes. La Torre del Reloj es considerada un monumento nacional de Bosnia y Herzegovina.

Y si todavía buscas qué ver en Sarajevo para conocer más a fondo el drama de la guerra en los Balcanes, el cementerio militar Kovaci es otro lugar interesante. Está sobre la ladera de una colina y ahí hay enterrados más de 1400 soldados.

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